Nuestra Historia

WCK es la primera organización en responder a emergencias, proporcionando comida nutritiva a personas impactadas por crisis humanitarias, climáticas y comunitarias.

“World Central Kitchen surgió a raíz de una idea simple que tuvimos en casa con mi esposa Patricia: cuando la gente tiene hambre, hay que enviar cocineros. No mañana, hoy.”

La comida es esencial en la vida cotidiana, en todo el mundo, y durante una crisis cobra más importancia que nunca. Una comida bien pensada y recién preparada no es solamente algo menos por lo que preocuparse después de sufrir una catástrofe, sino que además sirve para recordar que esa persona no está sola, que alguien está pensando en ella y que a alguien le importa. La comida tiene la capacidad de ser el alimento y la esperanza que necesitamos para recuperarnos en los momentos más difíciles.

En 2010, el Chef José Andrés, listo para ayudar aportando sus conocimientos culinarios y su talento, puso rumbo a Haití después de un devastador terremoto que se produjo en ese país. Mientras cocinaba al lado de familias desplazadas en un campamento, estas le enseñaron cómo cocinar los frijoles negros como les gusta comerlos a los habitantes de Haití: hechos puré y tamizados hasta obtener una salsa con una textura cremosa. No se trataba solo de alimentar a personas necesitadas, sino de escuchar, aprender y cocinar junto a las personas afectadas por la crisis. Este es el verdadero significado de una comida reconfortante, y es el principal valor que inspiró a José, junto con su esposa Patricia, a la hora de fundar World Central Kitchen.

Cuando se necesitan servicios médicos, se traen médicos y enfermeras. Cuando se necesita reconstruir infraestructuras, se traen ingenieros y arquitectos. Y si tienes que alimentar a la gente, necesitas chefs profesionales.

José Andrés

Fundador de WCK y director de alimentación

Los primeros siete años después de que José fundara World Central Kitchen, la organización se centró en programas de resiliencia, invirtiendo en soluciones a largo plazo relacionadas con la alimentación en el Caribe y Centroamérica. Con raíces en Haití, WCK comenzó un programa de Cocinas Limpias para apoyar la transición de las comunidades para que dejen de cocinar en peligrosas estufas de leña y carbón. Tras varios años, José y WCK construyeron y abrieron École des Chefs, una escuela culinaria en Puerto Príncipe bajo la dirección de Mi-Sol Chevallier, una de las chefs más respetadas de Haití.

Si bien la organización se centró en programas de desarrollo sostenible a lo largo de los años, José nunca se olvidó de esos primeros días cocinando en el campamento en Haití. En 2017, el huracán Harvey azotó Houston y José, junto con varios chefs de su equipo, decidió que era el momento de actuar. El grupo se puso en marcha sobre el terreno y comenzó a ayudar a preparar las comidas. José continuaba aprendiendo, observando cómo se gestionaba la ayuda alimentaria después de una crisis, y enseguida vio brechas y formas de mejorar esa ayuda. Tan solo un mes después, el huracán María azotó Puerto Rico; la tormenta produjo una devastación catastrófica y millones de estadounidenses necesitaron ayuda de emergencia. Después de embarcar en el primer vuelo comercial a San Juan, José empezó en una cocina, cocinando sancocho en el restaurante de un amigo en el distrito de Santurce. Con un respuesta rápida, chefs, food trucks y voluntarios se unieron al equipo y así nació #ChefsForPuertoRico. WCK continuaría sirviendo casi 4 millones de comidas recién hechas después del huracán María.

Desde que prepararon los primeros centenares de comidas en Puerto Rico, los equipos de WCK han servido comidas a personas que se recuperan de alguna crisis todos los días. Los huracanes, los incendios forestales, los tsunamis y las erupciones volcánicas han llevado al equipo por todo el mundo, desarrollando sus conocimientos y capacidades con cada crisis. Aunque al principio se trataba solamente de responder a desastres naturales, WCK amplió rápidamente la definición de desastres a los que responde, y así comenzamos a suministrar comidas nutritivas a los refugiados que llegan a la frontera de los Estados Unidos huyendo de la violencia y de la pobreza extrema, ayudando a las familias venezolanas que carecen de acceso a servicios básicos como alimentos en sus propias comunidades, a los sanitarios heroicos que trabajaron sin parar en la incertidumbre de una pandemia mundial, y a las familias Ucranianas que están viviendo una invasión inimaginable y la amenaza constante de un ataque. Todo esto es posible gracias al trabajo con las comunidades dondequiera que vayan los equipos de WCK. Una y otra vez, WCK ve cómo en los peores momentos sale lo mejor del ser humano.

A lo largo de los años, los equipos de José y WCK han seguido aprendiendo, adaptándose y creando respuestas únicas para cada situación y comunidad. En ocasiones, hemos asumido compromisos a largo plazo en el ámbito de los sistemas alimentarios después de las catástrofes. Nuestra Red de Productores de Alimentos funciono durante cinco años apoyando a pequeños productores de alimentos en Puerto Rico, Bahamas, Guatemala y las Islas Vírgenes Estadounidenses. Si bien cocinar comidas calientes con ingredientes de origen local ha sido tradicionalmente nuestro objetivo y enfoque en tiempos de crisis, a veces las cajas de productos frescos o los kits de comida para que las familias cocinen ellas mismos son una mejor opción. Nuestra asociación con restaurantes locales que desean ayudar a sus vecinos nos permite preparar las comidas de inmediato. Durante nuestra respuesta a la pandemia de Covid-19, las comidas que se cocinaban y congelaban y que después las familias podían recalentar de manera segura en el hogar cubrían las necesidades específicas de ese momento. El enfoque de WCK es siempre trabajar con urgencia, escuchar a las comunidades y adaptarnos, y estas son las virtudes que guían nuestro trabajo.

Misión, Visión y Valores

El trabajo de WCK está guiado por nuestra creencia de que la comida es un derecho humano universal. Tanto en las comunidades a las que servimos como en nuestro espacio de trabajo diario, defendemos y confiamos en nuestros valores para dirigirnos hacia el cumplimiento de nuestro propósito compartido.

Los equipos de World Central Kitchen en todo el mundo siguen estando profundamente comprometidos a servir a la gente comidas deliciosas preparadas por chefs con la dignidad que se merecen. A medida que la crisis climática empeore y las catástrofes sean cada vez más violentas y más frecuentes, continuaremos estando allí, y esperamos que usted se una a nosotros. Como le gusta decir a José: “¡Todos forman parte de World Central Kitchen, quizás aún no lo sepan!”.

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